Vuestras respuestas: las mayores dificultades al empezar el árbol genealógico
Hace unos días, en nuestras historias de Instagram, os lanzamos una pregunta muy sencilla:
Hace unos días, en nuestras historias de Instagram, os lanzamos una pregunta muy sencilla:
Antes de que existieran las cámaras, la única manera de conservar un rostro era a través de un retrato pintado. Cada pincelada tenía un propósito: detener el tiempo, guardar la expresión, inmortalizar una vida.
En los antiguos libros parroquiales, además de nombres y fechas, se esconden pequeños detalles que revelan mucho más de lo que parece. Cruces, tachones, notas al margen o símbolos especiales formaban parte del lenguaje cotidiano de los párrocos y escribanos, y con el paso del tiempo se han convertido en valiosas pistas para los genealogistas.
El Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica es una de las obras más importantes de la heráldica española, elaborada por Vicente de Cadenas y Vicent, último Decano Rey de Armas de España.Reúne miles de escudos y linajes procedentes de todos los territorios hispánicos, con descripciones detalladas y referencias documentales de su origen.
A veces, al investigar nuestro árbol genealógico, encontramos algo inesperado: antepasados que nacieron o vivieron fuera de España. Este tipo de hallazgo no solo añade una nueva dimensión a nuestra historia familiar, sino que también nos invita a explorar documentos, archivos y registros en otros países.
Las pruebas de ADN se han convertido en una herramienta muy valiosa para la genealogía. Gracias a ellas, muchas personas han podido descubrir nuevas ramas familiares, confirmar linajes o conectar con antepasados de regiones inesperadas. Sin embargo, interpretar correctamente los resultados no siempre es sencillo, y es habitual caer en errores que pueden llevar a conclusiones equivocadas.
Entre los documentos curiosos que pueden aparecer al investigar la historia familiar, hay uno que sorprende a muchos genealogistas: la Fe de vida y estado. Este certificado, hoy casi olvidado, tenía una función muy concreta y relevante en su tiempo.
En genealogía, pocas cosas emocionan tanto como cuando aparece una coincidencia en nuestro árbol familiar 🌳. Ese nombre idéntico, esa fecha que encaja, esa sensación de haber descubierto una nueva conexión… Pero cuidado: no todo lo que parece coincidir es real. Vamos paso a paso para aprender a distinguir entre una pista verdadera y una trampa.
Esta es la hoja de filiación de mi abuelo paterno.
Cuando empezamos a investigar nuestra historia familiar, tarde o temprano escuchamos hablar del ADN. Pero ¿sabías que no todo el ADN cuenta lo mismo? En genealogía existen tres tipos principales de ADN que nos ayudan a conocer diferentes aspectos de nuestros orígenes.
Antes de que existieran los relojes, el paso del tiempo se percibía de otra manera.Nuestros antepasados no lo medían con exactitud, sino que lo sentían.El día no se dividía en horas y minutos, sino en momentos marcados por la luz, los sonidos y los ciclos naturales.
En genealogía, hay un momento que todos vivimos: buscamos a un antepasado en los padrones o censos antiguos… y no aparece por ningún lado.Ese vacío en los registros puede desconcertar, pero no significa que esa persona no existiera.A menudo, lo que refleja es simplemente un fragmento de la vida que quedó fuera del papel.