En genealogía, pocas cosas emocionan tanto como cuando aparece una coincidencia en nuestro árbol familiar 🌳. Ese nombre idéntico, esa fecha que encaja, esa sensación de haber descubierto una nueva conexión… Pero cuidado: no todo lo que parece coincidir es real. Vamos paso a paso para aprender a distinguir entre una pista verdadera y una trampa.
🔎 1. Comprueba las fuentes
Antes de aceptar una coincidencia, asegúrate de que tenga fuentes documentales reales: partidas de nacimiento, matrimonio o defunción, censos o registros parroquiales.
Si solo ves datos añadidos por otros usuarios sin documentos que los respalden, tómalo con precaución. En genealogía, la verdad siempre está en las fuentes.
👨👩👧👦 2. Analiza el contexto familiar
Tu antepasado no es solo un nombre: es parte de una historia completa.
Comprueba si los padres, hermanos o la pareja coinciden con lo que ya tienes en tu árbol.
A veces, los nombres se repiten entre generaciones o incluso entre familias vecinas, lo que puede confundir si no observas el contexto completo.
🕰️ 3. Avanza despacio y verifica
Es tentador aceptar cada coincidencia que parece encajar, pero en genealogía la paciencia es clave.
Es mejor tener un árbol pequeño pero verificado que uno enorme lleno de errores. Cada conexión debe pasar tu propia revisión antes de integrarla definitivamente.
💡 4. La diferencia está en la investigación
Cada coincidencia puede ser una pista… o una trampa. La diferencia está en cuánto investigas antes de creer.
Si contrastas fuentes, revisas parentescos y te tomas el tiempo de entender cada documento, tus descubrimientos serán más precisos y valiosos.
✨ Conclusión
Las coincidencias en FamilySearch o MyHeritage pueden abrirte puertas fascinantes, pero también desviarte del camino correcto.
Usa el criterio, revisa las fuentes y nunca dejes de investigar.
Recuerda: la genealogía no es una carrera, es un viaje de descubrimiento y aprendizaje.
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