Errores comunes al interpretar los resultados de ADN genealógico
Las pruebas de ADN se han convertido en una herramienta muy valiosa para la genealogía. Gracias a ellas, muchas personas han podido descubrir nuevas ramas familiares, confirmar linajes o conectar con antepasados de regiones inesperadas. Sin embargo, interpretar correctamente los resultados no siempre es sencillo, y es habitual caer en errores que pueden llevar a conclusiones equivocadas.
A continuación, repasamos los errores más comunes al analizar los resultados de ADN genealógico y cómo evitarlos.
1. Creer que todas las coincidencias de ADN indican familiares cercanos
Uno de los errores más frecuentes es pensar que cualquier persona con la que se comparten fragmentos de ADN es un pariente directo o cercano.
La realidad es que un pequeño porcentaje compartido puede provenir de un antepasado común muy lejano, incluso de hace más de dos siglos.
El ADN se mezcla y diluye con cada generación, por lo que coincidencias mínimas pueden señalar vínculos muy antiguos.
2. Confundir los centimorgans (cM) con una relación exacta
Los resultados de ADN muestran la cantidad de centimorgans compartidos entre dos personas, pero este número no determina un parentesco exacto.
Los centimorgans son una estimación estadística, y una misma cantidad puede corresponder a diferentes tipos de relación.
Por ejemplo, dos personas con los mismos cM pueden ser primos, tío y sobrino o incluso parientes más lejanos. Por eso es importante comparar otros datos, como edad, procedencia o coincidencias adicionales.
3. Tomar los porcentajes de etnicidad como nacionalidades actuales
Otro error muy extendido es interpretar los porcentajes de etnicidad como si fueran equivalentes a países o nacionalidades.
Las empresas de ADN no asignan fronteras políticas, sino regiones genéticas que abarcan amplias zonas geográficas y poblaciones con rasgos comunes.
Un 20% ibérico, por ejemplo, no significa necesariamente tener familia en España, sino compartir características genéticas con grupos históricos de esa región.
4. Confiar en una sola empresa de ADN
Cada laboratorio analiza diferentes regiones del genoma, por lo que los resultados pueden variar de una empresa a otra.
Comparar los datos en varias plataformas o cargar tu archivo genético en bases de datos abiertas puede aumentar las posibilidades de encontrar nuevas coincidencias y familiares.
Usar distintas herramientas te permitirá ampliar tu investigación y obtener una visión más completa de tu herencia genética.
Conclusión
El ADN es una herramienta poderosa para la genealogía, pero su valor depende de una interpretación correcta.
Entender sus límites, combinarlo con la documentación histórica y mantener una mirada crítica son pasos esenciales para aprovechar todo su potencial.
Cada resultado genético es una pieza del rompecabezas familiar, y comprender cómo encaja en tu historia te permitirá avanzar con mayor precisión en la construcción de tu árbol genealógico.
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